Bidaideak Bilbao sale vivo del Paco Aguilar ante un Amivel Reyes Gutiérrez sin acierto (61-75)

Mala tarde para el Amivel Reyes Gutiérrez, que aunque compitió de tú a tú contra el favorito para discutirle la liga a los dos grandes de la competición, dejó escapar una oportunidad de oro para sumar un triunfo de renombre que hubiera marcado a buen seguro buena parte de la temporada del conjunto axárquico. Preso de los fallos ofensivos, donde sus mejores espadas no estuvieron brillantes como en encuentros anteriores, Amivel cayó por 61-75 ante un Bidaideak Bilbao que sí tuvo la paciencia y fortuna de cara al aro para llevarse un partido que le consolida en la segunda plaza de la clasificación aunque con dos partidos más que Albacete y las mismas victorias que UCAM Murcia.

El partido tuvo una igualdad tremenda durante los 40 minutos, si bien Bilbao siempre fue por delante y no daba respiro a un conjunto local que se veía con la lengua fuera y con dificultades para seguir el ritmo planteado por Adrián Yáñez. Con el tridente Anderson, Papi y Asier García anotando compulsivamente, Bidaideak Bilbao se sentía cómodo en todo momento en la pista. Lo intentaba de todas las maneras Amivel, que a pesar de ir siempre a trompicones no le perdía la cara al partido gracias al acierto de Abdi Jama, genial en el tiro, y un Jaime Esparza algo intermitente. Los visitantes desconectaron a Sandoval y a Marsh y su trabajo fue más sencillo, yéndose al descanso con una ligera ventaja de 31-38 que ya arrastraba del final del primer periodo donde se imponía con criterio por seis puntos (19-25).

En el tercer cuarto parecía que Amivel iba a igualar la contienda. Salió con una marcha más, tratando de correr y darle velocidad a las transiciones, pero el balón no terminaba de entrar en el aro y aunque Bilbao también se ponía en modo fallón, nunca se inquietó. De ahí que de buenas a primeras, con un Anderson prácticamente imparable y con Asier García anotando tantas veces como quería a media distancia, los vascos se escapaban por 16 puntos. Tocaba la herórica, desgastarse a más no poder, para intentar salvar los muebles en el Titanic de Pepe Lorca, que parecía hundirse. Ahí apareció Abdi Jama, que sigue con la calidad intacta en la muñeca, y un Kyle Marsh que daba oxigeno al equipo, para intentar ir limando puntos en el marcador. Así se fue haciendo grande el plantel veleño, que se sostenía como podía y se iba al último periodo con 44-58 de desventaja.

Aunque estaba la cosa difícil, Lorca quería que su equipo lo diese todo. Luis Cristen salía de nuevo a la pista para dar refresco e intensidad, McNamara también se colaba en las rotaciones y poco a poco la vida iba siendo mejor. Anotando, defendiendo y aporovechando los desajustes defensivos en un equipo que tenía controlado el partido con su buen hacer en ambas partes de la pista. Conseguía Sandoval un 2+1 que daba vida a Amivel colocándose a siete puntos, pero una serie de errores ofensivos y la gran capacidad anotadora de Bidaideak Bilbao terminó por cerrar un partido que se escapó con la sensación de que se pudo competir más y que se tuvo contra las cuerdas por momentos a un rival vasco que sale aún más reforzado de Vélez-Málaga (61-75).